miércoles, 15 de septiembre de 2010

VACACIONES = FELICIDAD COMPRIMIDA

Ya ha terminado el verano (oficialmente, digo). Todo el mundo vuelve a su trabajo, los niños se reencuentran en el colegio y los parados vuelven a poner caras largas (más largas) porque las vacaciones se han acabado y su circunstancia es el único motivo para no volver al curro.

Y hablando de... hace unos días asistí a una de las conversaciones más breves pero más interesantes acerca de las famosas vacances:

  • Oye “fulanita”, ¿tú no te marchas a ningún lugar de vacaciones?

  • No “menganita”, yo soy feliz los 365 días del año.

Así es. No quiero meter a todos en el mismo saco, pero me fascina el creciente montón de gente que (a mi parecer) “vuela” en vacaciones con un simple objetivo: ser feliz durante unos días. Cada vez estudiamos más carreras, compramos mejores coches, salimos más de fiesta... Es decir, crece nuestra calidad de vida. Y sin embargo, da la sensación de que la gente odia su cotidianidad y repele su vida diaria.

Unos días en la playa es lo único que puede dibujar una sonrisa en ciertas personas. Ya no me extraña que la gente pida créditos para marcharse de vacaciones...


miércoles, 8 de septiembre de 2010

Y SIGUE IGUAL

Ya han acabado las fiestas de mi pueblo. Como de costumbre, el día siguiente a la traca final, aquellos "afortunados" que no tenemos que volver a nuestras obligaciones laborales acudimos a limpiar los restos de la bélica bacanal, que después de una semana ya se han acomodado en nuestro local.

También como de costumbre, las 7 u 8 personas que acabábamos de limpiar nos sentamos en las típicas sillas de plástico; esas sillas que publitizan bebidas alcohólicas y que son alegres habitantes de las terrazas de bares veraniegos. La conversación, como todas las que he tenido a lo largo de mi vida (con tal sólo un puñado de excepciones) divagaba y divagaba, tocando un tema de aquí, otro de allá, y siguiendo un hilo caótico. En tan sólo media hora éramos críticos deportivos, "expertos" del corazón y emitíamos análisis culturales, pero toda conversación multitemática acaba llegando a su paréntesis filosófico, que suele ser el que más arrepentimiento te produce, pero quizás el momento más productivo del diálogo.

Comenzamos a hacer metáforas muy poco sutiles que relacionaban las fiestas con la vida real. Empezamos a opinar si la opción de largarte a la playa en las fiestas de tu pueblo era o no una buena opción. Nos preguntamos cuán importantes pueden ser unas fiestas para nosotros y a qué estaríamos dispuestos a renunciar por ellas.

En un momento determinado, hice uno de esos escasos comentarios pseudointelectuales y apropiados que, cuando se trata de mí, brillan por su ausencia. Era, quizás, la conclusión de la conversación: LAS FIESTAS SON PURA CATARSIS.

Sé que no estoy descubriendo las Américas, pero fue el día después del "pobre de mí" de 2010 cuando vi por primera vez esta cuestión a través de un cristal completamente transparente. Fue tan simple como: "al 90% de la gente prefiere que le quiten buena parte de su sueldo mensual a que le quiten un día de fiestas", ¡y es cierto! Cada X tiempo sale a relucir una nueva y morbosa encuesta del CIS en la que se resaltan las principales preocupaciones de los ciudadanos. Últimamente, estamos más que acostumbrados a ver en el escalón más alto de la pirámide cuestiones como el paro, los salarios, la calidad de vida, etc. Es decir, todo lo que sucumbe a las andanzas del poderoso caballero Don Dinero. ¿Por qué, entonces, casi todas esas personas renunciarían a parte de su preocupante salario por un día más de fiestas? La respuesta es histórica, sociológica y política, pero sobre todo... sencilla.

Allá cuando los poderes eclesiásticos latigueaban a la sociedad occidental, reinaba la austeridad, el hambre, el sacrificio, el dolor, los diezmos y la castidad. Había unos días al año en la que todo eso se olvidaba y la gente salía a las calles a "desfasar", como diríamos en pleno siglo XXI. Se trataba del Carnaval. La gente acababa con los víveres de toda la primavera, bebían más allá de la saciedad y fornicaban en público como seres irracionales. La Iglesia se propuso su erradicación, pero no lo hizo, ¿acaso no tenía poder para hacerlo? Sí, lo tenía; pero les convenía que esa semana existiera. Para que un lego en la materia lo entienda, era una forma de que los ignorantes se despojaran de toda su rabia, olvidaran sus quejas y pospusieran sus protestas. Esa semana garantizaba otro año de supremacía y de abusos.

El caso es secular. Se repite, pero cambia de forma. Lo que antes era el Carnaval, ahora se manifiesta (en parte) en forma de Fiestas Populares. 9 días de encierros, conciertos y festejos varios mantienen cerrada la boca de mucha gente a lo largo de un año.

martes, 12 de enero de 2010

HOY VA DE... REFLEXIONES JUVENILES

A cada paso que doy, parece que la vida me hace un guiño y me aconseja con señales subliminales y "ocultas" cual puede o debe ser mi futuro. Hace ya unos días, asistí a un concierto de Joaquín Sabina. Cual adolescente febril, anduve toda la semana previa al concierto escuchando prosodias del maestro, destacando, entre otras, la mítica "La del pirata cojo". Ya sabéis: ni tabernero en Dublín, ni siquiera boxeador en Detroit…

Fue unos días después cuando el místico y herético "Estudiante de Salamanca" de Espronceda -que ningún estudiante en la ciudad de la plata debe ignorar- hizo que volviera a mis andadas adolescentes. Para rememorar mis 15 primaveras, volví a las apologías "esproncedianas" y a sumergirme, como no, en sus océanos con "La canción del pirata", surcando mares con bandera rasgada de fondo negro.

Ayer mismo irrumpió en mi vida la última de las señales, causas de mi gran rayada de sábado por la tarde. Leyendo el renombrado "El corazón de las tinieblas" de Joseph Conrad, británica narración de marineros, piratas y navegantes, me abordó la siguiente oración que aparece literalmente en el libro: "Los marinos suelen ser hombres de vida sedentaria, Los marinos suelen ser hombres hogareños y su hogar, su barco, está donde ellos están, y lo mismo sucede con su país, la mar". Como si se tratara de la transcripción prosaica de los versos de nuestro querido Espronceda, estos pasajes hacían que recordara mi infancia, perdida entre aguas de bañera y barcos de pirata de Playmovil.

Todas estas imágenes y recuerdos se entremezclan ahora en mi cabeza. No puedo dejar de pensar en parches negros, patas de palo y loros rojigualdos colgados de mi hombro, que repiten en forma de eco los lamentos procedentes de los bigotes del Capitán Garfio. Ahora, y sólo ahora, es cuando las inquietudes de Sabina, Espronceda y Conrad se desentrañan ante mí y comprendo su romántica atracción por hombrecicos que caminan de proa a popa gruñendo y emitiendo cánticos arrogantes. Ahora es cuando, a falta de meses para acabar mi carrera, con un futuro incógnito al doblar la esquina, se me presenta la idea más clara…

"Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi unica patria, la mar"

Mamá… ¡quiero ser Pirata!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

¿POR QUÉ PARÁBOLA?

Esta palabra tiene dos significados claramente diferentes: por un lado, se refiere a la “narración de una historia de ficción de la que se deduce una verdad importante o una enseñanza moral” y, por otro lado, designa “el lugar geométrico de los puntos del plano equidistantes de una recta y de un punto fijos, que resulta de cortar un cono circular recto por un plano paralelo a una generatriz”.

Este vocablo tiene el mismo origen que palabra, que nos llegó inicialmente como parabla. Ambas provienen del latín parabola‘comparación’, ‘símil’, que se deriva, a su vez, del griegoparabolé ‘comparación’, ‘alegoría’. El sustantivo griego se formó a partir del verbo parabállein, que significaba ‘poner al lado, comparar’, idea que, históricamente, está presente tanto en palabra como en parábola. A su vez,parabállein proviene de pará ‘al lado’ y bállein ‘arrojar’. Bállein también está en el origen de balística, palabra que, contra lo que se suele creer, no guarda ninguna relación con bala, que procede del germánico ball a través del italianopalla.

Parábola y palabra, ambas nacidas de un mismo seno, evolucionaron en forma paralela; palabra fue paravla yparávoa, además de la forma mencionada al comienzo, y en los poemas de Berceo, todavía aparece con el sentido de ‘comparación’; más tarde significó ‘frase’ y luego ‘vocablo’.

Parábola constituyó un término importante durante la Edad Media, debido a su papel en la tradición cristiana, dado el uso frecuente de narraciones en forma de metáforas en el Evangelio.


Información etimológica de www.elcastellano.org

LA PARÁBOLA

Bienvenidos todos al comienzo de los entramados caminos de este blog, que a partir de ahora será el almacén donde guarde todo lo que fluye por mi cabeza. Una herramienta de evasión, fruto de reflexiones e inquietudes.

Aquí trataré los temas y aspectos que más me llaman la atención, de cualquier índole y con cualquier intención. Y qué mejor manera de comenzar con todo esto que con una explicación etimológica del nombre que a partir de ahora nos guiará por estos claroscuros caminos de la palabra.


Un saludo a todos.